jueves, 14 de mayo de 2020

Lámparas y señores.

Estaba buscando nuevos puntos de luz para mi casa, con esto del confinamiento empiezas a darte cuenta de detalles insignificantes que antes pasaban desapercibidos; esta alfombra es demasiado oscura, necesito perchas nuevas, no tengo lavabo, duermo en el suelo... ya sabéis, ese tipo de banalidades.
El caso, me dispongo a buscar en Google y esto es con lo que me encuentro:

Un señor trepando por el cable que podría realizar
yo misma con todos los cartones de papel higiénico
que tengo. No parece muy seguro.

Otro señor que no sé si es demasiado pudoroso
o demasiado exhibicionista. No me gustan las
personas indecisas, creo que tampoco las lámparas indecisas.

    
Admito que esta tiene su gracia, pero la idea
de tener que pisar un zurullo cada vez que
necesite algo de luz me parece aberrante.
   
Creo que alguien tiene la equivocada idea de
que las lámparas deben ser señores. Argh.
 
Una lámpara de auténtico plumón de oca
¿Eso no era para los edredones?
Esta la vi en Ebay, el vendedor
era un tal Elon Musk. Quién sabe si
esa cosa tiene vida propia.


En fin, tengo  unas cincuenta pestañas abiertas en mi navegador y todas tienen lámparas que no me gustan. Voy a recurrir al clásico que nunca falla: las velas.


 Mierda, ¿alguien tiene un mechero?